Es aquella que ofrece servicios informáticos a través de Internet. El proveedor, generalmente externo, brinda cierto espacio de almacenamiento y administración; cualquier persona puede usarlo.
Es sencillo de configurar y es ideal para personas y empresas de cualquier tipo. Algunos ejemplos de la nube pública son Google Cloud, Amazon Web Services y Microsoft Azure.
Son los servicios de almacenamiento disponibles para algunos usuarios en específico y la confidencialidad de datos a almacenar.
La nube privada es una herramienta que ofrece un proveedor de manera exclusiva a una empresa. A diferencia de la nube pública, es un servicio personalizado, seguro y no se comparte con ninguna otra organización.
Es ideal para empresas que trabajan con datos sensibles, como los bancos.
Este servicio combina características de una nube pública y privada. Esto significa que, de acuerdo a los requerimientos de la empresa, se pueden adquirir distintos servicios, ya sea, espacio de almacenamiento, seguridad y recursos.
Internet es una herramienta importante dentro de la vida de las empresas, tener la infraestructura adecuada es fundamental para generar los procesos adecuados y se puedan cumplir los objetivos de manera eficiente. ¿Qué tipo de nube cree que pueda beneficiar la seguridad de su organización? Cuente con nuestra asesoría para obtener el mejor resultado.