En la actualidad podemos contabilizar tres formas para protegerse de las Deepfakes:
Aunque hoy en día, las leyes no abordan de forma específica los Deepfakes, la realidad es que el creciente uso de tecnologías basadas en la Inteligencia Artificial exige nuevos y amplios marcos regulatorios. Es un hecho que esta clase de tecnología genera incertidumbre sobre la privacidad de las personas, por lo tanto, las empresas reguladoras deberán inspeccionar este tema con más detalle.
Afortunadamente, hay empresas de ciberseguridad que se encuentran desarrollando nuevas tecnologías para detectar el uso del deepfake. Están pensadas para analizar imágenes y videos, además de detectar pequeñas distorsiones en estos clips.
Los videos Deepfakes aún se encuentran en una etapa en la que usted mismo puede detectarlo:
- Movimientos bruscos.
- Cambios en el tono de piel.
- Parpadeo extraño.
- Los labios no están sincronizados con el habla.
- El cuello se ve deforme con relación a la cara.
Los Deepfakes no solo son cada vez más sutiles, sino que su uso está prácticamente al alcance de cualquier persona. Hoy en día, ya no basta el “ver para creer”, por lo tanto, vale la pena reflexionar sobre la clase de uso que le podemos dar a esta clase de tecnología.